Sonrisas

Últimamente tengo la sensación de caminar por las calles como un fantasma. Cara seria, música en mis oídos y mis sentimientos escondidos tras la bufanda que me cubre hasta la altura de los ojos. Observo y a veces siento que los demás no me ven. Entro en un sitio, sujeto la puerta a la señora que sale y ni siquiera me mira. Quizá sea invisible. Quizá crea que se trata de una de esas puertas que se abren solas al pasar... Continúo mi camino. Salgo de la tienda y me despido en mi camino a la salida. Nadie contesta. Quizá no me han oído. ¿Será cierto que soy un fantasma? Entro en otra tienda. Veo algo que me gusta, y que quizá nunca use, pero aún así me lo llevaré. Quizá atesorando objetos llegue a hacerme tangible al mundo. Voy a pagar pero antes pregunto el precio temerosa de no ser oída. De pronto una luz ilumina el lugar, siento la pesadez de mi cuerpo, la existencia de mi alma, la persona que está al otro lado me dirije una sonrisa y responde a mi pregunta, añadiendo además algunas que otras palabras amables. Los músculos de mi cara se mueven dolorosos por la falta de movimiento, creando una sonrisa.
Reanudo mi camino por el mundo, pero esta vez, esta vez...mis sentimientos no se ocultan tras la bufanda, sino que relucen tras la sonrisa formada en mi rostro. Y a mi paso, ahora como ser visible y materializado, trato de regalar tan minúsculo y hermoso gesto al resto del mundo.
No dejéis de sonreir porque los demás no lo hagan. Regalad al mundo vuestras hermosas sonrisas.
Hasta mañana, donde quiera que estéis.